En unos de estos días tuve que ir a la Facultad y como esta cerca del bosque, decidí darme una vuelta, les cuento que era una espectacular mañana de otoño, de esas que hay pocas.
Sentía gran curiosidad de ver cómo habían quedado los trabajos que había visto hacer el día que fui a pintar y también de cómo estaba lo pintado con tanto amor por la mayoría de los triperos. Además aun tenía cierta necesidad de descubrir por mi mismo, aunque aclaro no saber nada de nada en lo que se refiere en esa materia, cual era la causa de la inhabilitación.
Cuando entre al estadio me pasó lo que me pasa siempre, algún tripero que lea estas líneas le pasara lo mismo, me embargo esa sensación inexplicable para mi al menos, de emoción , nervios y ansiedad, que a pesar que aun le busco una explicación razonable en mi cabeza, no la puedo encontrar.
En la entrada hable con el hombre que esta en la puerta, disculpen mi falta de memoria pero es imposible acordarme el nombre, me presenté y le pregunté si podía recorrer el estadio para ver como estaba, a lo que el me respondió: “como no pibe, si esta es tu casa”.
Con esa frase dando vueltas por mi mente me dispuse a hacerlo, les aseguro que no me quedo ni un solo rincón por ver, revisar, y por que no, descubrir de este mítico estadio; pude sentir que en cada lugar se esconde una historia, un grito, un llanto, una risa, un abrazo y sobre todo para aquellos que como yo fuimos desde chicos, que a veces nos escapábamos de casa para ir a ver jugar a gimnasia, un recuerdo de nuestra infancia.
Les cuento para aquellos que no han tenido la oportunidad de ir en estos días, que el estadio se encuentra hermoso, radiante, majestuoso, podría estar así todo el día pero créanme que es así. Mientras camina pensaba en una comparación para poder describirles el como esta, no se si realmente será una comparación exacta pero estaba como una novia el día de su casamiento.
Cuando me pare en el medio de la cancha tuve la sensación, algunos dirán que estoy loco o paranoico, quizás un poco lo primero, que el estadio tenia vida, sentía que me pedía ayuda, que nos necesitaba, que pedía volver a sentir al pueblo tripero en sus tribunas, en sus jardines, en realidad que necesitaba volver a vivir.
Quizás en es momento, aunque creo que ya lo sabia desde antes, me puse a pensar que yo también lo necesitaba a él, extrañaba ir los domingos y sentir los olores del bosque, el calor de sus tablones, el volver al lugar, que seguro, la mayoría tiene guardado en la tribuna.
Por eso titule que nos necesitamos mutuamente, el pueblo tripero y el estadio del bosque.
Es hora de que nos reencontremos nuevamente con nuestra casa, lugar de donde nuca debimos permitir que nos echaran y que nos hizo perder parte de nuestra identidad quizás algunos mas que a otros, es hora ya que volvamos reencontrarnos con él, pero que esta vez sea para siempre, y que nunca jamás, para la gente joven como yo, permitamos que vuelvan a dejarlo abandonado y triste. Recordemos siempre a los hombres y mujeres que lucharon y luchan por mantenerlo vivo.
Por eso les pido desde mi humilde lugar por favor, a los hinchas, socios, filiales, agrupaciones, comisión directiva, CO.PRO.SE.DE, intendente, gobernador o a todo aquel que le sea posible, haga un esfuerzo para que este estadio y su gente vuelvan a reencontrarse y recuperen ambos la alegría.
Antes de despedirme solo quiero pedir y agradecer la paciencia que tenga el que lea estas línea, se que no soy, ni seré un gran escritor, espero solo que algunas de mis palabras le quede en la mente, si es así mi tarea fue exitosa.
Un consejo: para el que ande dando vueltas por la zona no se pierda la oportunidad de ver el estadio y disfrutarlo como el se merece.
Nicolás Irureta
Filial Villa Elisa
Socio pleno 174008
Puse mi nombre y apellido no porque quería hacerme reconocido sino debido a algunas criticas recibidas en la filial por lo escrito en otras oportunidades, en las que algunos pensaron que solo copiamos cosas y no escribimos lo que decimos. Por eso me hago cargo de esta nota como de las que he escrito que llevan mi nombre.
Sentía gran curiosidad de ver cómo habían quedado los trabajos que había visto hacer el día que fui a pintar y también de cómo estaba lo pintado con tanto amor por la mayoría de los triperos. Además aun tenía cierta necesidad de descubrir por mi mismo, aunque aclaro no saber nada de nada en lo que se refiere en esa materia, cual era la causa de la inhabilitación.
Cuando entre al estadio me pasó lo que me pasa siempre, algún tripero que lea estas líneas le pasara lo mismo, me embargo esa sensación inexplicable para mi al menos, de emoción , nervios y ansiedad, que a pesar que aun le busco una explicación razonable en mi cabeza, no la puedo encontrar.
En la entrada hable con el hombre que esta en la puerta, disculpen mi falta de memoria pero es imposible acordarme el nombre, me presenté y le pregunté si podía recorrer el estadio para ver como estaba, a lo que el me respondió: “como no pibe, si esta es tu casa”.
Con esa frase dando vueltas por mi mente me dispuse a hacerlo, les aseguro que no me quedo ni un solo rincón por ver, revisar, y por que no, descubrir de este mítico estadio; pude sentir que en cada lugar se esconde una historia, un grito, un llanto, una risa, un abrazo y sobre todo para aquellos que como yo fuimos desde chicos, que a veces nos escapábamos de casa para ir a ver jugar a gimnasia, un recuerdo de nuestra infancia.
Les cuento para aquellos que no han tenido la oportunidad de ir en estos días, que el estadio se encuentra hermoso, radiante, majestuoso, podría estar así todo el día pero créanme que es así. Mientras camina pensaba en una comparación para poder describirles el como esta, no se si realmente será una comparación exacta pero estaba como una novia el día de su casamiento.
Cuando me pare en el medio de la cancha tuve la sensación, algunos dirán que estoy loco o paranoico, quizás un poco lo primero, que el estadio tenia vida, sentía que me pedía ayuda, que nos necesitaba, que pedía volver a sentir al pueblo tripero en sus tribunas, en sus jardines, en realidad que necesitaba volver a vivir.
Quizás en es momento, aunque creo que ya lo sabia desde antes, me puse a pensar que yo también lo necesitaba a él, extrañaba ir los domingos y sentir los olores del bosque, el calor de sus tablones, el volver al lugar, que seguro, la mayoría tiene guardado en la tribuna.
Por eso titule que nos necesitamos mutuamente, el pueblo tripero y el estadio del bosque.
Es hora de que nos reencontremos nuevamente con nuestra casa, lugar de donde nuca debimos permitir que nos echaran y que nos hizo perder parte de nuestra identidad quizás algunos mas que a otros, es hora ya que volvamos reencontrarnos con él, pero que esta vez sea para siempre, y que nunca jamás, para la gente joven como yo, permitamos que vuelvan a dejarlo abandonado y triste. Recordemos siempre a los hombres y mujeres que lucharon y luchan por mantenerlo vivo.
Por eso les pido desde mi humilde lugar por favor, a los hinchas, socios, filiales, agrupaciones, comisión directiva, CO.PRO.SE.DE, intendente, gobernador o a todo aquel que le sea posible, haga un esfuerzo para que este estadio y su gente vuelvan a reencontrarse y recuperen ambos la alegría.
Antes de despedirme solo quiero pedir y agradecer la paciencia que tenga el que lea estas línea, se que no soy, ni seré un gran escritor, espero solo que algunas de mis palabras le quede en la mente, si es así mi tarea fue exitosa.
Un consejo: para el que ande dando vueltas por la zona no se pierda la oportunidad de ver el estadio y disfrutarlo como el se merece.
Nicolás Irureta
Filial Villa Elisa
Socio pleno 174008
Puse mi nombre y apellido no porque quería hacerme reconocido sino debido a algunas criticas recibidas en la filial por lo escrito en otras oportunidades, en las que algunos pensaron que solo copiamos cosas y no escribimos lo que decimos. Por eso me hago cargo de esta nota como de las que he escrito que llevan mi nombre.
1 comentario:
Muy Buena nota el Lunes a las 17hs todos al bosque
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