martes, 30 de septiembre de 2008

Sanguinetti perdió el clásico.


Pocas veces un partido cambia tan claramente desde el banco de suplentes. Astrada y Sanguinetti son apellidos ineludibles a la hora de explicar este 3 a 1 en la edición 144 del clásico que ratificó una hegemonía dolorosa, insoportable. Es válido decir que Gimnasia perdía en el primer tiempo sin que el rival fuese superior. También, que al equipo de Sanguinetti le hicieron el gol con una fórmula reiterativa hasta el cansancio pero a la luz de las evidencias- útil. Ni hablar de la absoluta irresponsabilidad de Maldonado, expulsándose a los 6 minutos del complemento. El paraguayo deberá entender que así no suma, que no se ganará a ningún hincha con la malentendida patente de guapo. Todo sucedió, pero el partido iba a tener un cambio rotundo... 1 a 0 abajo, con 10 hombres parecía una perspectiva espantosa. Pero Gimnasia creció desde la presencia de Teté en el fondo, lo empató -gol de Chirola tras buena maniobra de Martinena y Niell- y parecía que lo tenía. Estudiantes estaba "muerto", desgastado físicamente, parecía que el expulsado era rojo y blanco. Hasta que los técnicos "hablaron" a través de sus cambios... Coco San Esteban a la cancha. Lógica pura si quieren, para que González volviese a ser mediocampista y se rearmara la línea de tres, pero ¡¡¡¡¿por Niell?!!!! El petiso estaba picante, era ideal para encarar a defensores pesados, más si Sanguinetti pensaba en jugar de contra. Se equivocó el técnico. Tampoco funcionó el cambio de Piatti por Messera. Ninguno de los cambios fué obligado. Enfrente, el mensaje era otro: "Vamos", con Salgueiro y Calderón. Gimnasia se tiró atrás. Regaló el partido. Enamorado del empate, Sanguinetti estará repasando los errores de Gimnasia, su equivocación. El hincha, cansado de perder, no quiere ver más esta película de terror.
Publicado por Facundo Ache

No hay comentarios: