jueves, 4 de diciembre de 2008

¡Traca Goool!

La experiencia de los grandes, el empuje de los pibes.

¡Otra nochecita de esas! A más de un tripero el corazón le pide "che, dame un respiro". 90 minutos, la vida, la eternidad toda pasa fecha a fecha hasta llegar al desahogo, los jugadores apiñados, los fuegos artificiales, el abrazo con el hermano desconocido.
Partido abierto y mal jugado. Feo. Gimnasia quiso, pero pudo poco. Colón tuvo un par de esas que hace unos meses iban adentro. Ahora, a la suerte hay que empujarla con jugadores que dejan todo, con los mensajes que el técnico envía con los cambios, con el pecho caliente y la garganta roja de los triperos.
¿Por qué ganó Gimnasia? Por la ambición de Madelón, que no se resignó al 0-0 y puso a Cuevas por Piarrou. Porque el mensaje fue "vamos" y Cuevas fue el mejor, el que intentó siempre, el que tiene hambre, el que está convencido de que va a triunfar. Porque Rinaudo quita las posibles y las imposibles y emociona. Porque Graff es un señor marcador de punta (pensar que me decían que era difícil reemplazar a Domínguez). Y porque el pibe Stracqualursi vive un sueño, tuvo una y gritó un gol que hace unos años le hubiera piantado una lágrima...
Ahora, la explicación de los 25 puntos es más larga. Madelón, suerte, entrega, JUGADORES. Los que juegan y los que no. Los grandes que son cada vez más grandes: vinieron, pusieron la cara, tragaron saliva, se equivocaron, sufren cuando lo miran de afuera, ponen el equipo y el momento por encima de cada uno, son el alma de este Gimnasia. El Gato, el Pampa, Chirola, Teté, Mariano, el Tornado y Coco merecen el aplauso y el agradecimiento, más allá de gustos personales y de que el aporte en la cancha sea vital o parezca escaso. Son el motor del grupo, los que siempre creyeron. (Topo, más allá de errores, armaste un plantel para que quedara, con hombres que no solamente trabajan de jugadores).
Todos aportan algo, es un plantel pensado para afrontar los días más duros de los últimos 25 años. Los pibes como Rinaudo y Cuevas no se achican (están para jugar, me equivoqué), Traca quiere que su apellido se conozca, Toti Chaves y Pablito De Blasis son el futuro sin errores. TODOS. Sin enconos ni altiveces, siempre fuertes, siempre unidos.
Ojo, todavía no se logró nada. Los jujeños parecen cada vez más lejos y los rosarinos cada vez más cerca, pero faltan 21 partidos. 21 corazones a punto de romperse, 21 reencarnaciones, 21 éxtasis. La vida...
Todavía no se logró nada. O sí, tal vez se logró mucho. Identidad. Pasión. Orgullo. Todo por ellos, que riegan la cancha con transpiración. Como lo haría cualquiera de ustedes.

Publicado por Facundo Ache

No hay comentarios: