Dijo Arturito Schopenhauer: que no importa lo que te sucede en la vida, sino la forma en que tengas vos de vivirla.Hace un tiempo conocí a un flaco que es dueño, por herencia, de un gran negocio acá en La Plata, tiene dos autos, moto, viajó a África, a Estados Unidos, a México, a Chile. Es socio de edelap aunque va de vez en cuando a la cancha, le gusta más mirar los partidos en el plasma, tomando cerveza importada. Tiene una novia, muy linda flaca, hace varios años.Un 21 de julio a la madrugada, por esas cosas del destino, terminamos en el mismo bar. El flaco tenía una fuerte dosis de alcohol en las venas. Demasiada. Por ende soltó la lengua y habló, creo que no para mí, sino para él, y pude ver, como se suele decir, el otro lado de la luna. Vestido con ropa carísima, con botas de 900 pesos que yo nunca podría tener y, a la vez, era un pobre flaco.. Con viajes que me hubieran encantado poder hacer. Seguramente con muchísima más facha que yo, aunque no se necesita mucho. Pero era un pobre flaco. La angustia le tapaba todo: la novia, las comidas caras, la ropa de marca, los viajes.A las 3 de la mañana sus amigos habían “cumplido”, ya habían quedado bien con él, que era quien les prestaba plata y auto, los llevaba a pasear y pagaba las cuentas de los bares con billetes nuevos o tarjetas de crédito. A las 3 de la mañana su novia, la que no le gustaba despeinarse en la cama, la que nunca hablaba de otra cosa que no sea peluquería, chusmerios y propagandas de televisión y los problemas de sus amigas con novios y amantes, estaba con otras compañías. Y el pobre flaco estaba ahí, cargando su ropa cara y las ausencias, sufriendo por lo que no podía sentir a pesar de tener todo al alcance de la mano. Hablaba y decía: ustedes no entienden, como no lo tienen piensan que tenerlo es lo mejor, pero yo tengo esas cosas y nose disfrutarlas, no sirvo para estar solo y la gente que esta conmigo está por interés, por comodidad, es horrible…repetía esa palabra, “horrible”. A veces pasan estas cosas y uno revaloriza lo que puede sentir o tener uno mismo, aunque nuestra vida no sea como lo que dicen las mentiras de las publicidades, claro. Esta mañana, fue tanta gente a comprar entradas para el domingo que hasta adelantaron la hora de venta. Es el pueblo Tripero… No faltará el que diga “van porque es el último partido” pobrecitos, para nosotros todos los partidos son el más importante y siempre puede ser el último, porque así lo vivimos.Y somos capaces de llorar de la bronca o la alegría, de saltar por pura joda, de sentir, sentir…¡que palabrita!. Lo horrible no es tener las cosas que a veces creemos necesitar tanto, lo horrible es tenerlas y no saber disfrutarlas a pleno.El que compra helado todos los días no disfruta más que el que puede una vez cada tanto, al contrario.El que derrocha besos abrazos y se expresa y transmite y recibe en cada caricia, energía: ¡siente! y por ende disfruta más las cosas que aquel que puede tener físicos deportistas –envases - a su lado o acceso a maquillajes o compañías por trueques económicos.No te sirve de nada el amanecer más hermoso si estas ocupado por cuidar tus anteojos de sol, no te cae bien la comida más exquisita si de tanto comer te descompones, no te sirve de nada la alegría sino tenes un amigo con quien abrazarte y que se sienta en parte feliz por tu alegría. A veces confundimos las cosas. Creemos que la casa cara es la mejor, que la solución es una billetera. Y no nos damos cuenta que si bien lo material vale, porque tiene un valor, lo más importante es otra cosa. Porque la angustia cuando es profunda no hay compra o billete o triunfo ajeno que la aplaque, solo cambia de lugar mientras crece dentro tuyo.Por eso el domingo vamos a SENTIR. A sentir que es nuestro Bosque, que estamos al lado de gente que siente como nosotros, que nos envuelve un azul y un blanco con gusto a magia. No hay que putear, no hay que maldecir, hay que alentar, gritar, que te quede la plena satisfacción de que desde tu lugar hiciste TODO, eso es impagable. El sentimiento no se abandona, esto nos hace más fuertes todavía, para que esos que tienen todo pero son horribles, piensen “¿Cómo…¿no murieron estos Triperos?.. Están ahí cantando y llenando su cancha, esa que defendieron y la tienen que terminar sí pero… no es un baldío abandonado, como les pasó a otros.Y las cámaras de televisión y los diarios y los ojos terminaran mirando eso que nos destaca, la pasión inquebrantable, que no sabe de promedios que nunca desciende. Y ellos se morderan el labio, y le dirán a sus pibes “andá a jugar”, para que no vean nuestra tribuna, y los chicos observen eso que ellos no tienen y que ningún triunfo les puede regalar. Eso de llenar y cantar en el peor momento, eso de no abandonar, eso de que obliguemos a todos a darse cuenta que no hay forma de matarnos, no hay formas de doblegarnos, porque nuestras almas son de fierro, pintadas de azul y blanco.Y no tengan que escuchar, como ya ha pasado, comentarios como: “es impresionante el aliento desde la tribuna de Gimnasia a pesar del mal momento”.Y al terminar los partidos nos damos un abrazo con quien tenemos al lado, SINTIENDO lo que significa ser de Gimnasia. Más allá de protestar, más allá de que a veces, digamos cosas que después nos arrepentimos, más allá de algún golpe o decepción, sabemos que esos abrazos finales, ese abrazo final con otro Tripero, nos otorga un plus, nos da la seguridad de que estamos en el camino correcto. El domingo: 90 minutos de aliento y al final del partido, más allá del resultado, se aplaude la entrega si la hubo, se saluda a la camiseta y se abraza uno con el Tripero que está a nuestro lado. El domingo, es una oportunidad histórica para los jugadores y también para nosotros, que nadie pueda mentir que rompemos carnets, que nos vamos antes de tiempo, que no alentamos en las malas. Cuando todos callan, nosotros cantamos, cuando otros se borran, nosotros brillamos alentando, cuando todo está en contra, más fuertes nos hacemos los hinchas del único mito viviente de la ciudad: EL CLUB DE GIMNASIA Y ESGRIMA LA PLATA.
Amén.
Rafael Ton
No hay comentarios:
Publicar un comentario