El 21/06/2008, luego de varios años, Gimnasia volvía jugar en el Bosque.
Una espantosa comisión prefirió la comodidad ante la identidad y mandó a jugar al Lobo al estadio trucho, a la mole de cemento. Pero los hinchas nunca perdieron las fuerzas e hicieron posible, con gran esfuerzo y dignidad, que el Lobo y el Bosque se vuelvan encontrar. El partido se perdió, pero la vuelta al glorioso templo tripero era una realidad. Hace dos años volviamos allí, donde después de mucho tiempo se le volvió a ganar al otro equipo de la ciudad, a los grandes como Boca, Racing e Independiente, a sacarle el invicto al campeón Vélez y no se pudieron ir con triunfos muchos otros equipos. Al Lobo lo identifican: sus colores, su gente y su estadio; hoy estamos en el Bosque, donde vivimos miles de situaciones buenas y malas, entonces sigamos defendiendo nuestro patrimonio para un Gimnasia mucho más grande.
Juany
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