La ventaja que nos da este humilde punto es que nos despeja el camino de espejismos. Claro que los tres puntos los necesitamos más que una birra fría en el desierto, pero también debemos mantenernos en la cruda realidad para saber cuál es el camino. Gimnasia logró algo que hizo en pocos partidos: un rendimiento parejo de cabo a rabo, y al fin sostuvo un ritmo físico constante que no se derrumbó al final. Las dos semanas que tiene Madelón para trabajar valen oro. Podrá meterle mano a un plantel al que pudo ver. Las primeras horas del nuevo DT son tranquilizadoras: tiene una serenidad no exenta de intensidad, como cuando le pedía a cada jugador una palabra simple pero tremendamente importante: actitud. Al llegar a Estancia escuchó mucho y no habló tanto. Se apoyó en los jugadores grandes y en tipos como Morant, que había trabajado con el plantel desde la ida del Topo y su palabra vale. Empatarle a un River medio caído es más que derrotar a un equipo mediano entonado, más si el equipo no recibió goles, algo que no ocurría desde la fecha 2. El primer paso para salvarse del descenso es encontrar un equipo de verdad. Es el desafío que nos espera.
PABLO RAMON pramon@ole.com.ar
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